TAHÍN CASERO


El Tahín o Tahini es una crema hecha a base de semillas de sésamo, aceite y sal. El aceite que se debería de utilizar es también de sésamo para intensificar el sabor del Tahín, pero si no se dispone de él se puede usar aceite de oliva sin ningún problema, ya que estos dos sabores (oliva y sésamo) son muy compatibles entre sí.

El Tahín se puede comer tal cual untado en pan, tortas de cereales y biscotes o servir como base para elaborar otras recetas como el Hummus de garbanzos, uno de cuyos ingredientes es precisamente el tahín.

Lo que necesitaremos es una batidora-picadora y tan solo tres ingredientes:

- 100 gramos de semillas de sésamo crudas
- Aceite de sésamo (o de oliva)
- Sal marina

PREPARACIÓN:

El proceso que se sigue es similar al de la elaboración del gomasio.
Se tuestan las semillas en una sartén sin aceite hasta que estén doradas, dejar enfriar.
En  el vaso de la picadora se colocan las semillas tostadas con sal al gusto y se trituran hasta reducirlas a polvo. Es en esta fase cuando se va añadiendo poco a poco el aceite y se bate hasta conseguir la textura cremosa deseada.

Tardamos sólo unos minutos en hacer nuestro Tahín, pero los beneficios que obtenemos al consumir este producto elaborado con sésamo hace que merezca la pena un pequeño esfuerzo.

CONSEJO:

No introducir todos los ingredientes en la batidora al mismo tiempo, recordad que se debe de triturar primero el sésamo con la sal y posteriormente añadir el aceite y batir de nuevo. La razón de ésto es que, si se usa el aceite desde el principio, nuestro Tahín queda demasiado líquido y no conseguimos que nos quede como una crema.