SAL DEL HIMALAYA





La sal del Himalaya es un tipo de sal de color rosado que procede de las montañas del Pakistán. Se suele comercializar cristalizada, aunque también podemos encontrarla molida.
Como dato curioso decir que los yacimientos de sal rosa se formaron hace unos 150 millones de años cuando todos los continentes estaban unidos. Con el tiempo, algunos de estos se elevaron y los mares se secaron quedando depositados en ellos esta preciada sal.
El resultado es una sal que entre sus componentes encontramos calcio, potasio, magnesio, flúor, hierro, cobre, zinc, manganeso, yodo, cromo, cobalto, óxido de sulfuro y oro.
Es por esta razón que su uso en la cocina es muy recomendable, debido a que es muy rica en oligoelementos y minerales necesarios para nuestra salud.

BENEFICIOS

Algunos de los beneficios que se le atribuyen son:

Mejorar la circulación
Ayudar a reducir las flemas y la mucosidad
Mejorar y regular el sueño
Ayudar a equilibrar el nivel de azúcar en la sangre
Equilibrar el exceso de ácido en el cuerpo

A las propiedades beneficiosas de la sal del Himalaya se le añaden otras ventajas no menos importantes que tienen que ver con su extracción y manipulación, ya que no se le añaden químicos nocivos ni se somete a procedimientos artificiales. Se extrae a mano y se lava también a mano sin someterla a altas temperaturas.
Es, además, una sal en estado puro libre de contaminantes y a la que no se le agregan absorbentes de humedad ya que no se apelmaza.

USO

Se utiliza de la misma manera que la sal común de mesa y, en mi opinión, tiene un sabor exquisito que realza el de cualquier alimento con el que se aderece. Resulta especialmente rica en ensaladas.